¿Que pasó con Diego Tristán?

Diego Tristán es uno de los delanteros con más calidad y talento del fútbol mundial, eso nadie lo duda. Su clase empezó a relucir en el Mallorca durante el curso futbolístico 99-00 en el Mallorca. Marcó 15 goles en Liga, algunos de ellos de bellísima factura. Su capacidad para definir, su elegancia en el regate y su fántastico disparo de media distancia hicieron que muchos grandes se fijaran en el. Fue el Depor (por aquel entonces uno de los cuatro grandes de nuestra Liga) quien se llevó el gato al agua y firmó al delantero español más prometedor. Las dos primeras campañas de Diego Tristán en la Coruña fueron geniales, acabando durante la segunda como Pichichi con 21 tantos. Fue convocado por Camacho para el Mundial 02 de Corea y Japón donde en principio sería titular hasta que una inoportuna lesión de tobillo frustró lo que prometía ser una más que destacada participación en el mayor evento deportivo del mundo. Puede decirse que comenzó su declive. La noche, la bebida y la falta de actitud hicieron que cada Irureta lo acabara relegando al banquillo en más de una ocasión algo también se vió obligado a hacer Joaquín Caparrós quien a su llegada comentaba que estaba deseando recuperar al mejor Diego Tristán. Fue una verdadera lástima que uno de los mayores talentos de nuestro fútbol y su mágica conexión con Valerón se fueran al traste en tan poco tiempo. Regresó a Mallorca tras sonar para el Sevilla y el Betis esperando volver a la titularidad en el equipo que lo vió triunfar. No fue así, el cambio de aires solo hizo que Tristán siguiera prefiriendo la noche y el desmadre a cuidar su tono físico. Falto de ritmo y velocidad, la pasada campaña se arrastró en Son Moix donde disputó una irrisoria cifra de minutos siempre de muy baja calidad. El Livorno ha sido su último destino, un equipo de clase media-baja italiano donde le espera la última oportunidad de su ya casi extinguida carrera para demostrar que aquel pichichi del Depor que derrochaba talento por los cuatro costados, sigue teniendo mucho fútbol en sus botas.