Aficiones y aflicciones
El Valencia acaba de perder su segundo partido en casa en la presente Liga ante un gran Español que este año apunta bastante alto. El partido no ha tenido mucho que contar aparte de las oportunidades desaprovechadas por Tamudo y del penalti no señalado por el colegiado en contra del conjunto ché.
Desde hace diez años, en la primera etapa de Ranieri como entrenador, el Valencia viene planteando pase quien pase por su banquillo o su plantilla un mismo estilo de juego basado en el orden defensivo y la efectividad de sus puntas buscando siempre que sea posible el contrataque. Este estilo que practican les ha llevado a conquistar varios títulos en lo que sin duda ha sido la mejor época de la historia del club de Mestalla.
Por eso me sorprende cuando veo a la afición del Valencia sacar pañuelos blancos cuando el equipo ha hecho exactamente lo mismo que en los últimos diez años: aburrirles. La única diferencia se halla en que en esta ocasión tal y como ocurrió contra el Chelsea, el rival ha estado más acertado de cara a portería. El Valencia tiene una plantilla fantástica pero quizá demasiado potente a nivel técnico y ofensivo como para desarrollar el juego que desarrolla.
Hay aficiones simplemente increibles como la del Atlético o la del Cádiz que saben lo que es estar siempre del lado del equipo y que ante una mala acción de uno de sus jugadores prefieren animar aún más fuerte antes que silbar. La afición de Mestalla se situa en el polo completamente opuesto.
Hoy han vuelto a corear casi al unísono el "Quique vete ya" que ya se oyó hace tres semanas. Lo curioso es que hace solo unos días lo que se oía era "Quique quedate". Me pone enfermo ver como en el minuto 35´ de la segunda parte y con 1-2 en el marcador, la gente ya abandonaba el estadio. Eso no es amor por el fútbol ni por tu equipo.
En ocasiones da la impresión de que los jugadores del Valencia son enemigos de los aficionados que solo cuando se salen son vitoreados. Ese es el caso de Angulo o de Arizmendi, jugadores internacionales con España y más que válidos para un club de nivel medio-alto como el Valencia. Así lo único que se consigue es desmotivar y poner nerviosos a los futbolistas.
La grandeza de los clubes no solo la definen sus jugadores, su cuerpo técnico, su estadio o su historia sino también el poder de su afición. Suele decirse que el público es el jugador número doce de los equipos, en este caso desde luego que no se cumple el tópico. La afición de Mestalla es criticona, caliente y hasta sucia con su equipo. Un caso a resaltar especialmente es el de Villa, probablemente el mejor delantero español de los últimos tres o cuatro años que tiene que soportar tras dos años en el Valencia y más de 50 goles (en un equipo defensivo) que le silben y le critiquen cada vez que no raya a su mejor nivel.
En definitiva creo que Mestalla debería darse cuenta de que estan viviendo una de las épocas más gloriosas del Valencia y estar con el equipo en todo momento porque de esa forma saldrían todos ganando. No pueden alabar el juego feo mientras se ganen partidos y criticarlo en cuanto las cosas no van bien. Mas que una afición parecen una aflicción para el Valencia.
P.D: No puedo olvidar aclarar que he escrito sobre la mayoría de la afición ché lo cual no quiere decir que generalice y que piense que en un estadio donde caben 50.000 no haya quienes representen la cara más amable de la pasión por el fútbol.
ESCRITO POR EL REDACTOR Anónimo a las 14:54
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Bueno, tengo que discrepar bastante en este artículo. Como aficionado valencianista que soy y como asistente asiduo a Mestalla son muchos los aspectos del artículo en los que no estoy en absoluto de acuerdo.
El primero y más importante de todos, dices que la afición aplaude cuando se gana, critica cuando se pierde. Totalmente equivocado, la pitada más tremenda que se ha llevado Quique como entrenador del Valencia, fue el día que se venció 2-1 al Valladolid, ese partido horrible del Valencia se ganó, pero aún así la afición explotó en contra de Quique. El miércoles contra el Chelsea se perdió y no hubo ni una sola pitada, porque al menos lo intentaron, le pusieron ganas, y al final del partido se aplaudió.
Es cierto que la afición del Valencia no es buena, a mi no me gusta nada, me desquicia. La gente no va al campo a ver fútbol, no va a animar, la mayoría de la gente que tiene pase en Mestalla, más si cabe en Tribuna, acuden a Mestalla como un acto social al que deben acudir con su mejor vestimenta debido a su status social, al que le corresponde ir a este tipo de actos. Es una afición indiferente, ayer era sábado por la noche, tribuna estaba vacía, seguro que había alguna cena más importante a la que asistir.
El año pasado, el partido contra el Racing Portuense de copa iba incluido en el pase, fuimos 2000 personas al campo, de más de 40.000 socios que somos. Es una afición flojísima que solo se crece en las grandes ocasiones, y que ejerce una presión sobre los árbitros que en pocos lugares es tan bruta.
Ahora pasaré a porque estamos tan quemados los que de verdad somos valencianistas. Los que como yo queríamos que mi equipo del alma perdiera ayer para conseguir un cambio en el banquillo antes de que sea tarde.
El cuerpo técnico y los jugadores no están a la altura profesional que se espera de un equipo que debe luchar por ganar uno de los dos grandes títulos. Con un Presidente que todos odiamos, que no tiene ni idea de fútbol, y que es una auténtica marioneta nos encontramos el año pasado con que director deportivo y entrenador, que ya se odiaban cuando el director deportivo jugaba a las órdenes del entrenador, con un enfrentamiento que dura todo el año.
Al director deportivo se le echa en cara el dejar escapar a Ayala, que posteriormente se ha demostrado que ni era valencianista ni nada, que era del equipo del dinero. El año pasado Mestalla se cebó con Quique peró se decidió tirar a Carboni.
El Valencia ha invertido más de 50 millones de euros en fichajes, para no traer a ningún titular...quizás Hildebrand, (que vino gratis). Estamos hartos de que durante la búsqueda de un ansiado mediocentro ofensivo (Edu no se sabe ni si va a volver a jugar, Baraja está para jubilarlo hoy), se planteen de jugadores tan distintos como son Van der Vaart, Juninho a otros como Lucho González, para acabar con Manuel Fernandes.
Estamos cansados de que nuestros servicios médicos sean tan sumamente incompetentes, que no sean capaces de recuperar a Vicente, y que tengamos a Edu lesionado ya más de un año, en una lesión que se presumía de 8 meses.
Estamos cansados de ver jugar a Angulo, un jugador que todavía no se que ofrece... para jugar por la derecha el Valencia tiene a Pablo Hernández o a Sisi que tienen bastante más calidad que el asturiano. Pero Quique sigue planteando sus maravillosas formaciones, en las que mete a Arizmendi por la izquierda (para desbordar a Lacruz, el defensa más lento de Europa, y a Angulo en la derecha). Podríais pensar, hay que dar descanso a Silva y Joaquín, pero el Valencia no volvía a jugar hasta dos semanas, entonces ¿el descanso es para jugar con la selección?
Los errores que se critican a Quique son innumerables, otro de los más graves es que el año pasado en el vital encuentro ante el Chelsea. El Valencia jugaba en Bilbao el sábado, decide Quique tirar la liga sacando todo suplentes para estar en forma el martes. Del Horno titular, volvía después de una lesión a su casa. El martes siguiente jugaron todos los que no perdieoern en Bilbao, pero jugó Del Horno, salía de una lesión y fue de los pocos que jugó los dos partidos, no sólo eso, sino que dos partidos contra sus dos ex equipos, con una cagara emocional brutal, unos cuartos de final de la Champions, en el minuto 70 Del Horno estaba tirado en esl suelo, no podía más, Quique no se dió cuenta, y Essien entró por el carril de Del Horno sin la más mínima oposición para tirar al Valencia.
Este año se prescinde de Del Horno, nos quedamos con un único lateral izquierdo, cuando el año pasado con dos laterales izquierdos tuvimos que reconvertir a Curro Torres a la izquierda, pero así funcionan las cosas en Valencia.
A los jugadores lo que se les achaca es su falta de profesionalidad, raro es el día que sales de Valencia y no ves a gente de fiesta, Joaquín, Miguel, Alexis, Villa, Silva son de los que más destacan por ello. En el campo hay pocos que se dejen la vida, quizás Albiol y Moretti, Hildebrand tiene un hambre de títulos increíble, Marchena saca el plus cuando las cosas van mal, y Villa siempre lo ves buscando el gol con muchísima ansia, aunque posiblemente más por sí mismo que por el bien del equipo.
Podría seguir expresando el enfado de los valencianistas, pero creo que ya he escrito demasiado.
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