Esto sí es mezclar el fútbol con la política.

Estamos acostumbrados a escuchar que no hay que mezclar el fútbol con la política, a que se critique a Laporta por dotar al Barça de cierto carácter nacionalista, a que se critique al Bilbao por su política de fichajes...pero nada comparable con el revuelo que ha formado en Alemania un joven de 21 años, llamado Ashkan Dejagah. Para quien no le conozca, es un delantero centro que nació en Teherán, pero que desde su primer año de vida vivió en Berlín. Pese a ello, guarda buenos recuerdos de su país natal, prueba de ello son los tatuajes en sus brazos (Teherán-Berlín).

Este delantero centro, que es ambidiestro y formado en la cantera del Hertha, juega actualmente en el Wolfsburgo, y ha jugado en casi todas las categorías inferiores de la selección alemana. Pero, puede que nunca más vuelva a ser convocado, ya que se niega a jugar el próximo encuentro de su combinado contra la selección de Israel. Alega problemas personales debido a su origen iraní. La relación entre los persas e Israel es tensísima, más si cabe desde que
Mahmoud Ahmudinejad accediera a la presidencia e hiciera que temblase el Mundo con frases tales como "Israel no existe" "Hay que borrar a Israel del mapa" o "El holocausto jamás existió, es puro invento de Occidente". Además Irán prohíbe a cualquier iraní viajar a Tierra Santa. La tensión entre ambos países es máxima, por lo que la presión le ha podido a Dejagah, que ha afirmado que tenía miedo de lo que le pudiera pasar a su familia que actualmente vive en Irán.

La Federación Alemana todavía no ha tomado una decisión concreta acerca del tema, pero el gobierno de Berlín ya ha dejado claro que no piensa intervenir y que se trata de una cuestión meramente futbolística. Y es que no son pocos los sensacionalistas que han aprovechado la ocasión para decir barbaridades como que el antisemitismo sigue sin desaparecer en Alemania, o que Dejagah era nazi.

Lo más curioso de todo esto, es que encontramos un precedente similar, de un futbolista más conocido, Mehdi Mahdavikia, que alegó estar enfermo casualmente la ida y la vuelta de una eliminatoria de copa de la UEFA contra el Maccabi Haifa. En este caso la situación se tapó con una sorprendente lesión que nadie se creyó, pero todo quedó en meros formalismos, pero esta vez las formas no han sido las mismas.

Sorprendentemente se enfrentarán contra Israel, otra selección que no es capaz de distinguir entre lo político, lo religioso y lo futbolístico. Destaca el caso de Aouate, el buen portero del Deportivo que estuvo cerca de ser expulsado de la selección israelí, por disputar un encuentro de liga ante la Real Sociedad en la festividad de Yom Kipur.

Estaremos atentos a las medidas que pueda tomar la Federación Alemana, y puede que Dejagah no vuelva a vestir nunca la elástica alemana.