Cara y cruz en Trondheim.

Pese a ser la cuarta ciudad de Noruega en cuanto a población se refiere,(por detrás de Oslo, Bergen y Stavangaer) el dominio de Trondheim en el plano futbolístico ha sido apabullante en las últimas dos décadas. Todo esto se debe al Rosenborg, club fundado en 1917 que logró su primera liga noruega en 1967, pero fue a partir de los 90 donde adquirió un nivel muy superior al resto. Esto se refleja a la perfección en los resultados, ya que desde 1990 ganó todas las ligas a excepción de la de 1991 donde fue subcampeón por detrás del Viking, y más tarde en 2005 donde una nefasta temporada en la que ganó el Valerenga dejó a los de Trondheim en la séptima posición, más cerca del descenso que del título.

Algunos pensaron que en 2005 acabó la hegemonía del Rosenborg, pero el año pasado la victoria volvió a ser cómoda, el Rosenborg levantó su vigésimo título con comodidad, aunque el Brann ya apuntaba maneras quedando situado en segunda posición. Este año, la temporada en la competición doméstica ha vuelto a ser nefasta, anoche terminó la Tippeligaen, y el Rosenborg ha quedado en una preocupante quinta plaza, a 13 puntos del campeón, el Brann. El Brann, que ya fue subcampeón la temporada pasada, ha logrado este año añadir una liga a sus vitrinas 44 años después. La ciudad de Bergen, la segunda más grande del país, estalló de júbilo dos fechas antes del final de la competición, ya que una derrota del Stabaek permitió a los de Mons Ivar Mjelde, joven entrenador de 39 años, ex delantero de la selección absoluta Noruega, y que está entrenando a su primer equipo, festejar por lo alto su tercera liga casi medio siglo después de la última. En UEFA el Brann logró pasar la primera ronda, tras remontar una derrota en casa en la ida, en un estadio difícil, como es el Jan Breydel de Brujas. Ahora, tras haber perdido en casa ante el Hamburgo, lucha contracorriente para pasar la fase de grupos ante Rennes, Dinamo de Zagreb y Basilea.

Pero volviendo al Rosenborg, la preocupación en el seno del club es total, parece que ha perdido ese poder hegemónico y no están seguros de que se vaya a recuperar. En Agosto de 2006 cogió las riendas del equipo Knut Tørum, comenzó bien, incluso se llevó dos veces el galardón a mejor entrenador de Noruega, pero después de cosechar un resultado histórico ganando al Valencia en la Champions League, decidió dimitir dejando a su mejor amigo, el segundo entrenador hasta entonces, Trond Henriksen (ex lateral derecho del Rosenborg) a cargo del equipo.

Pero lo sorprendente de todo esto, es que el Rosenborg está cuajando una sensacional Champions League hasta la fecha. Encuadrado en el que muchos apodaron el grupo de la muerte, pero que perdió mucho nivel al meter al Rosenborg, está situado en segunda posición en el ecuador de la fase de grupos. Acostumbrados a que el Rosenborg sea una cenicienta en sus grupos, llevaban años sin ganar en Champions como locales, y este año lo han hecho ante todo un Valencia. El empate en Stamford Bridge les dio alas, ellos son conscientes de que arrancando un par de empates o una victoria en Valencia o en casa ante el Chelsea, llegarían a Gelsenkirchen con posibilidades de hacer historia y meterse en octavos de final. De esta forma arreglarían por completo una nefasta temporada, ya que como dice el actual entrenador del Rosenborg “La Champions nada tiene que ver con la Tippeligaen, es algo especial”. En Trondheim saben que el Chelsea quizás sea el último grande que visite su bonita ciudad, una ciudad tremendamente desarrollada en cuanto a investigación se refiere, una ciudad que también lideraba el fútbol noruego hasta ahora y que el año que viene no recibirá a ningún grande de Europa. La quinta plaza no les da acceso ni a la Intertoto, sólo les queda ganar la Champions, tienen ilusión en pasar ronda, pero son coherentes, sólo esperan hacer un papel muy digno este año y volver a ser el Rosenborg todopoderoso de años anteriores en el siguiente campeonato nacional.

Pero todo esto es complicado, el equipo se descompone, en especial la defensa que va a sufrir un gran número de bajas de cara al año que viene. El autor del gol en Stamford Bridge, Miika Koppinen, defensa finlandés de 29 años no ha querido renovar, vuelve al equipo que le vió crecer, al Tromso noruego. Pero no es el único, el buen carrilero sueco Mikael Dorsin tampoco quiso renovar, se marcha al hasta ahora sorprendente líder de la liga rumana, el Cluj, por lo que la banda izquierda del equipo noruego sufre un gran vacío. A esto se le une la retirada del fútbol del ex de la Real Sociedad y Liverpool, Bjørn Tore Kvarme, y la también retirada del veterano Roar Strand, que ha ocupado la banda derecha del Rosenborg en 360 ocasiones en la competición doméstica a lo largo de 18 temporadas y se retira ya a sus 37 años.

Por lo que mucho tendrá que trabajar la dirección deportiva del club rojiazul si quiere recuperar la hegemonía perdida en la competición nacional, también deberá preocuparse de no perder a sus pilares. El goleador Steffen Iversen, fijo en la absoluta Noruega y máximo goleador del equipo es totalmente necesario en la plantilla, al igual que el mediocentro eslovaco Marek Sapara, quizás el mejor jugador de la plantilla. Tampoco será fácil detener al atacante de Burkina Faso, Yssouf Koné, que pese a nacer en Costa de Marfil prefirió representar al país de sus padres y que ha demostrado un estupendo nivel en el tramo final de la temporada.

Por lo tanto se espera un invierno muy extraño en Trondheim, con una afición tremendamente ilusionada con la posibilidad de meterse en octavos y hacer historia, al tiempo que están preocupados porque se descompone el bloque y porque saben que el año que viene será un año gris en el que no viajaran por Europa.

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Álex Gonzalez
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